Albert Einstein dijo: “No tengo ningún talento especial. Sólo soy apasionadamente curioso.”
La curiosidad es el deseo de aprender, entender cosas nuevas, y saber cómo funcionan. La curiosidad te ayuda a mejorar tus habilidades para resolver problemas, interactuar mejor con las personas y aportar ideas interesantes e innovadoras.
A continuación te voy a compartir 9 pasos que te ayudarán a incrementar tu curiosidad a través del pensamiento crítico.
Además, te diré cómo puedes escuchar con una mente abierta y aplicar el aprendizaje activo, mientras exploras nuevas oportunidades para impulsar tu crecimiento personal, tu carrera profesional o tu negocio.
Esta extraña motivación para explorar nuestro mundo más allá de lo que necesitamos para sobrevivir, nos ha llevado a la luna, ha expandido nuestro dominio de la ciencia médica, y nos ha dado una mejor comprensión de nuestros genes. Y aunque aún no entendemos por completo el origen de la curiosidad, varias investigaciones científicas han logrado relacionar la curiosidad con beneficios psicológicos, emocionales, sociales, e incluso con una mayor salud física y mental.
La curiosidad es la expresión innata que tenemos los seres humanos de aprender y dominar nuevos datos y conocimientos. Mismos que a su vez, amplían nuestra mente para explorar diferentes panoramas, puntos de vista, y estilos de vida.
La mayoría de nosotros recibimos este instinto naturalmente cuando éramos niños, cuando la curiosidad recorría nuestros cuerpos, y nos llevaba a explorar con entusiasmo nuevas experiencias. Sin embargo, a medida que crecemos, este sentido de novedad y exploración tiende a disminuir. Preferimos la certeza, la seguridad y la practicidad.
Pero al convertirnos en adultos es cuando nuestros cerebros se desarrollan lo suficiente para procesar nuevos descubrimientos, y convertirlos en ideas y estrategias concretas. Necesitamos observar, explorar, hacer preguntas, y de nuevo aventurarnos en lo desconocido.
Sin embargo, cabe recordar que, el lado oscuro de la curiosidad, puede llevar a ciertos individuos a inmiscuirse en la vida personal de la gente, a pasar demasiado tiempo en las redes sociales, a ver noticias con alto contenido de violencia, e incluso a adentrarse en situaciones inapropiadas o peligrosas que pueden poner en riesgo su vida.
Debido a eso, en este programa nos vamos a enfocar en los beneficios de la curiosidad, aplicada de una manera positiva, intencional y conectada con tus ideales, principios y valores. Así, podrás utilizar tu curiosidad para desarrollar conocimientos y habilidades, que te permitan mejorar tu vida y alcanzar tus objetivos.
1. Mejora tu curiosidad para impulsar tus resultados.
Incrementar tu curiosidad es un elemento crucial para descubrir nuevas oportunidades y prosperar en tu vida profesional. La curiosidad te permitirá desempeñar con éxito cualquier trabajo, porque al hacer las preguntas indicadas, tienes mayor posibilidad de cumplir con las expectativas sobre tus actividades. Además, al cuestionar procesos mediocres e ineficientes, tendrás la oportunidad de experimentar y sugerir mejoras, que te llevarán a sobresalir en cualquier ámbito laboral.
Las empresas toman cada vez más en cuenta los rasgos de curiosidad al hacer contrataciones. Ya quedaron atrás los tiempos en que se buscaban trabajadores discretos y obedientes, que no cuestionaran indicaciones. Ahora, un empleado que no hace suficientes preguntas, tiene más probabilidades de cometer errores, al no entender con claridad lo que se le solicita o al no comprender la visión completa del proyecto en el que está colaborando.
Además, si tú eres la clase de persona a la que le gusta explorar nuevos temas y aprender, es probable que también seas muy bueno en utilizar tu creatividad para resolver problemas que ayuden a mejorar los procesos y sistemas de la compañía.
¿Pero por qué es tan importante la curiosidad?
La curiosidad le permite a tu mente ser activa en vez de pasiva: lo que hace que esté ávida por saber y entender. Esta cualidad te permite desarrollar tu creatividad, aprender más rápidamente, y mantenerte atento ante nuevas ideas y posibilidades.
Cuando las personas curiosas fracasan, tienen una mayor capacidad para analizar sus errores. Su mente está ávida por conocer las razones que los llevaron a fallar, para poder aprender de ellas y hacerlo mejor la próxima vez. Esto aumenta sus posibilidades de éxito.
Varios estudios científicos han revelado que la curiosidad conduce a un mayor disfrute y participación en la escuela y a un mayor aprovechamiento académico; así como a un mayor aprendizaje, compromiso y rendimiento en el trabajo. Puede parecer sentido común, pero cuando tenemos más curiosidad e interés en lo que estamos haciendo, es más fácil involucrarnos, esforzarnos y hacerlo bien.
Pero la curiosidad te puede ayudar a avanzar también en tu vida personal. Se ha demostrado que la curiosidad se asocia con mayores niveles de emociones positivas, menores niveles de ansiedad, mayor satisfacción con la vida y mayor bienestar psicológico.
La curiosidad te protege contra el aburrimiento y mantiene tu mente fuerte, alerta y en buena forma. Al aprender cosas nuevas, al buscar soluciones comprobadas a tus problemas, al obtener inspiración de los libros que lees o los podcasts que escuchas, y al tener pasatiempos que te ayuden a mantener la llama de la curiosidad viva, serás más feliz y obtendrás mayores logros.
2. Mantén una mente abierta.
La mente de un niño es curiosa porque por naturaleza está ansiosa de aprender y abierta a nuevas ideas. No está atada a prejuicios o conocimientos previos. Nosotros como adultos, también tenemos la opción de abordar las situaciones que afrontamos a diario, con una mentalidad fresca. Esfuérzate por ver las cosas como por primera vez. Haz a un lado las ideas que das por hecho y haz preguntas.
En ciertas sociedades, a la gente se le enseña a tener miedo de hacer ciertas preguntas, ya que pueden sacudir sus creencias o su fe. Ese miedo a encontrar respuestas y buscar la verdad, provoca en muchas personas la falta de apertura ante nuevas ideas, opiniones y estilos de vida. Además, tener una mentalidad cerrada provoca que seamos más críticos y menos tolerantes con quienes no comparten nuestras opiniones y puntos de vista. ¿Te has fijado como muchas veces tendemos a prejuzgar a la gente, en lugar de tener una curiosidad genuina sobre quiénes son realmente? Sacamos conclusiones, incluso antes de darnos la oportunidad de escucharlos, conocerlos y entenderlos.
Es cierto que no siempre vas a estar de acuerdo con todas las personas que pasan por tu vida, pero es bueno que te des la oportunidad de entender el punto de vista de los demás. Las personas se comportan de la manera en que lo hacen y tienen ciertas creencias, debido a su educación y a su entorno. Trata de entender de dónde vienen.
Por ejemplo, si un nuevo vecino extranjero se muda a tu vecindario, tal vez al principio no entiendas su cultura ni sus costumbres. Se viste diferente, habla un idioma que no entiendes y además cocina comida que tú no consumes. Esta es una buena oportunidad para ejercitar tu curiosidad. Conversa con él de manera respetuosa. Descubre cómo vive, aprende sobre su cultura, haz un esfuerzo por entender y apreciar sus costumbres. Tal vez te des cuenta de que tienen más cosas en común, de lo que crees.
También puedes leer un libro sobre un tema con el que no estés muy de acuerdo. Esta es la mejor manera de desarrollar compasión y comprensión hacia otros, que no están necesariamente de acuerdo con tus creencias y opiniones. Reunir tanta información como te sea posible, antes de que te formes una opinión sobre algo o alguien, te ayudará a mantener una mente abierta.
Hay otras maneras de aprender sobre nuevas culturas y temas, puedes escuchar podcasts o audiolibros, ver videos, asistir a museos, galerías; hacer viajes, así como ser amigable y conocer gente fuera de tu círculo de amigos.
El autor y periodista Malcolm Gladwell dijo: “Es tu responsabilidad como ser humano estar constantemente actualizando tus puntos de vista. Si no te contradices de vez en cuando, tal vez no estás pensando.”
3. Disfruta la sensación de aprendizaje.
Estudiar es una tarea desagradable para mucha gente. Hay alumnos que postergan la preparación para presentar un examen hasta el último momento y no duermen un día antes del examen. Y algunos, entre comillas, “profesionales”, evaden la formación continua que necesitan para mantenerse actualizados en su carrera. Sin embargo, si tú logras aprender a disfrutar el proceso de aprendizaje, abrirás tu mente a un mundo de oportunidades mucho más amplio. No sólo en la escuela y en tu trabajo, sino en la vida.
Aquellos que disfrutan profundamente aprendiendo cosas nuevas pueden explorar nuevos pasatiempos, acelerar su carrera, y desarrollar más confianza y satisfacción tanto en su vida profesional, como familiar.
La curiosidad hace que el aprendizaje sea más efectivo y agradable. Esto lo podemos ver en la mayoría de los niños pequeños que están llenos de curiosidad, y en verdad disfrutan aprender cosas nuevas a diario. Las mentes curiosas hacen preguntas y buscan activamente las respuestas.
Un estudio neurológico realizado por investigadores de la Universidad de California en 2014, ha demostrado que la curiosidad hace que nuestros cerebros sean más receptivos al aprendizaje y que disfrutemos de la sensación de aprender cosas nuevas.
En este estudio se llevaron a cabo una serie de experimentos para descubrir qué sucede en el cerebro cuando se despierta nuestra curiosidad. Para el estudio, los investigadores hicieron que los participantes calificaran su curiosidad por saber las respuestas a más de cien preguntas triviales, como “¿Cuál fue el sencillo de los Beatles que duró más tiempo en las listas de éxitos, con 19 semanas?”, o “¿Qué significa en realidad el término ‘dinosaurio’?”
Los investigadores encontraron que, una vez despertada la curiosidad de los participantes con la pregunta correcta, lograron aprender y recordar mejor, incluso información que no estaba relacionada. La curiosidad pone a nuestro cerebro en un estado que le permite aprender y retener cualquier tipo de información, además de hacer que el aprendizaje sea una experiencia más gratificante.
Cuando se despertó la curiosidad de los participantes, no sólo aumentó la actividad en el hipocampo, que es la región del cerebro involucrada en la creación de recuerdos, sino también en el área tegmental ventral, relacionada con la recompensa y el placer. Esta es la misma área que se activa cuando saboreamos un helado o un chocolate. Por lo tanto, despertar la curiosidad no sólo te ayudará a recordar lecciones que de otra manera entrarían por un oído para salir por el otro, sino que también puede hacer que la experiencia de aprendizaje sea tan placentera como el helado o el chocolate.
Entonces, ¿Cómo puedes disfrutar más el proceso de aprendizaje?
Despierta tu curiosidad sobre algún tema en el que estés naturalmente motivado para aprender, y busca la manera de crear una conexión entre lo que estás estudiando y lo que te gusta. Fomentar estas conexiones te ayudará a cultivar un mayor interés por el conocimiento. Y así estarás mejor preparado para aprender cosas que normalmente considerarías aburridas o difíciles.
4. Emplea el aprendizaje activo.
Según un estudio realizado sobre los estilos de aprendizaje, los estudiantes aprenden más cuando participan en el proceso de aprendizaje. El aprendizaje activo involucra la discusión, la práctica, la revisión o la aplicación. Esto incluye la resolución de problemas y el explorar nuevos conceptos, de manera individual o colaborativa.
El aprendizaje activo estimula las redes cognitivas y sensoriales en el cerebro, lo que ayuda a procesar y almacenar nueva información.
Las actividades de aprendizaje activo involucran a los estudiantes en un aprendizaje profundo en lugar de superficial, y les permiten aplicar y transferir mejor el conocimiento.
¿Cómo puedes aplicar el aprendizaje activo?
Construye tu propio laboratorio con herramientas experimentales, como si fuera tu caja de arena para jugar o probar cosas nuevas; disfruta de los errores y fallas. Juega mientras aprendes, experimenta, haz bosquejos, pinta, dibuja ideas al azar. También puedes intentar crear tu propia música, vídeos, fotos o inventos. Desarmar las cosas para averiguar cómo funcionan y volver a armarlas.
Imagina cómo mejoraría tu motivación en los estudios si dibujas un mapa mental con dibujos atractivos donde incluyas cada una de las materias que quieres aprender. A medida que te vayas sumergiendo en cada tema, lo puedes ir marcando y coloreando, como si se tratara de un mapa con los territorios que has conquistado en tu viaje por el conocimiento.
5. Haz preguntas, escucha y observa.
La conformidad es el enemigo de la curiosidad. No tenemos por qué ajustarnos a la presión social o a las expectativas de los demás.
La curiosidad implica hacer preguntas constantemente y buscar respuestas. Esto incluye poner a prueba las suposiciones y convicciones, para explorar soluciones fuera de lo común.
No dejes que la timidez o el miedo te impidan hacer preguntas. Haz preguntas incluso cuando creas que sabes todo lo que necesitas saber.
¿Cuál es el tipo de preguntas que debes hacer?
Preguntas que te permitan indagar información valiosa y amplia, en vez de respuestas simples. Tales como ¿porqué? ¿a qué se debe? y ¿cómo?
Preguntas que te lleven a más preguntas sin respuesta, en lugar de respuestas definitivas. Por ejemplo: ¿qué más debo saber? ¿cómo se relaciona esto con lo anterior?
También preguntas que te ayuden a expandir una conversación de manera constructiva, en lugar de inculpar o ponerte a la defensiva. Por ejemplo: ¿cómo podemos solucionar esto? ¿tú qué sugieres? ¿cuáles son nuestras opciones?
Muestra tu verdadero deseo de estar abierto a otros puntos de vista. Al hacer preguntas, dedica el tiempo y el interés necesarios para escuchar activamente. Durante una conversación, puedes pedir a la otra persona que te comparta más sobre sí mismo o sobre sus ideas y opiniones. Escucha el punto de vista de tu interlocutor, incluso durante discusiones acaloradas. En lugar de estar a la defensiva, escucha con atención, observa su lenguaje corporal y esfuérzate por entender.
¿Qué es? ¿Por qué se hace de esa manera? ¿Cuándo se hizo? ¿Quién lo inventó? ¿De dónde viene? ¿Cómo funciona el sistema? Qué, por qué, cuándo, quién, dónde y cómo, son las palabras que más te ayudarán a desarrollar tu curiosidad.
Haz preguntas para conocer las opiniones, perspectivas y enfoques de otras personas. Cada uno hace las cosas un poco diferente. Por lo tanto, hay nuevas respuestas y soluciones potenciales, guardadas en el pensamiento de otras personas. Profundizar y comprender el contexto, te ayudará a descubrir el origen y la historia de todo lo que te rodea.
No des las cosas por sentadas. No aceptes el mundo tal como es. Observa y trata de cavar más profundamente bajo la superficie de lo que está a tu alrededor. Así descubrirás una vida más rica, llena de interrogantes y sorpresas.
6. Intenta algo nuevo o diferente.
Uno de los enemigos más comunes de la curiosidad, es el miedo, ya que nos arriesgamos a fracasar cuando nos aventuramos a aprender cosas nuevas. La curiosidad es un impulso que intenta sacarnos de nuestra zona de comodidad, y el miedo es como un agente que nos mantiene dentro de nuestros límites seguros.
¿Pero recuerdas que ya hemos mencionado anteriormente que las personas exitosas han aprendido a ver los errores como experiencias de aprendizaje?
Vivimos en la era digital, y el aprendizaje se ha vuelto accesible para casi todo el mundo. Ahora el conocimiento es muy accesible o incluso gratuito. Si buscas cuidadosamente, en Youtube puedes encontrar tutoriales muy completos sobre cómo utilizar alguna aplicación o tecnología específica. Además, muchos sitios web académicos ofrecen clases gratuitas, y existen plataformas que ofrecen cursos completos profesionales a nivel universitario, a un bajo costo.
Y si tienes poca disponibilidad de tiempo, también hay aplicaciones móviles que te ofrecen resúmenes de libros, podcasts o audiolibros, enfocados a información práctica y positiva. En nuestra página CrecimientoPersonalPractico.com, encontrarás más temas útiles que puedes ver, leer o escuchar en tus trayectos.
También puedes hacer algunos cambios que te ayuden a salir de la rutina y añadir variedad a tu vida. Puedes empezar por ir a un museo para explorar las pinturas y esculturas de los grandes artistas. Puedes explorar una nueva ruta al trabajo, probar un platillo nuevo, explorar un lugar de tu ciudad que no has visitado o conocer una nueva ciudad. Si te es posible, aprovecha la oportunidad de viajar y expandir tu conocimiento sobre otras culturas.
Intenta aprender una habilidad diferente o desarrolla un nuevo hobby. ¿Alguna vez has tomado clases de cocina o de baile? ¿Hay algún pasatiempo que te gustaría intentar?
Es una buena idea combinar diferentes pasatiempos relacionados a diferentes áreas, como algún conocimiento práctico, algún arte, un pasatiempo relacionado con la música y algún deporte adecuado para ti.
También es una excelente idea aprender un nuevo idioma, ya que te brinda nuevas oportunidades para expandir tus proyectos, tu trabajo, tu negocio y tu cultura en general. Además, “a lot of research has been done on the benefits of learning and speaking languages. People who learn to speak a foreign language have significantly better overall cognitive abilities, increased memory and concentration, than those who speak just one.”
Recuerda que este y todos los demás temas de este programa los puedes repasar también en Inglés, entrando a: TopPersonalGrowth.com
Entre otras actividades, también puedes aprender a hablar en público, unirte a un grupo de debate, o pasar tiempo en la biblioteca investigando temas interesantes acompañados de actividades prácticas. consciente y atento a los cambios, a los nuevos eventos y a cualquier cosa inusual o desconocida.
Conviértete en un observador y aprendiz astuto; explora información de otras disciplinas. Aprende de los expertos, empresarios, líderes de negocios, celebridades, atletas y otras personas que están mejorando el mundo.
Tómate unas horas a la semana para aprender algo nuevo y abrir tu mente a nuevas ideas, intereses, experiencias y aventuras. Puede que te sorprenda hasta dónde puede llevarte tu curiosidad. Además, es posible que también descubras algo nuevo sobre ti mismo.
7. Usa la curiosidad para generar empatía.
Intenta platicar con personas que estén fuera de tu círculo social habitual, eso te dará la capacidad de entender a aquellos con vidas, experiencias y visiones del mundo diferentes a las tuyas. La empatía se logra al escuchar con atención, respeto e interés lo que la otra persona tiene por compartir. Trata de conversar a un nivel un poco más personal con los seres humanos a tu alrededor.
Este tipo de curiosidad y empatía te ayudará a fortalecer tus relaciones. En un estudio se pidió a un grupo de extraños que plantearan y respondieran preguntas personales entre sí, un proceso que los científicos llaman “auto-revelación recíproca”. En este experimento se encontró que las personas eran consideradas como más cálidas y atractivas si mostraban curiosidad real en este intercambio de información personal. Esto significa que demostrar curiosidad genuina hacia alguien, es una gran manera de construir tu cercanía con esa persona.
Como adultos, tendemos a etiquetar las cosas, las situaciones y a las personas. Pero qué tal si practicas estar abierto a otros puntos de vista, valorando las diferencias de opinión y escuchando incluso cuando no estés de acuerdo.
Evita los preconceptos, los prejuicios, los estereotipos y los juicios anticipados. Desafíate a ti mismo a sostener conversaciones reales con conocidos y extraños, para conectarte con ellos a un nivel más significativo. Construye relaciones multiculturales, desarrolla la empatía, la compasión y tus niveles de tolerancia, mientras exploras diferentes perspectivas de la vida.
Esfuérzate por entender a los demás, haciendo preguntas que te permitan asimilar su historia y circunstancias. Pregunta por ejemplo: “¿cómo te sentiste cuando eso sucedió?”, “¿qué te llevó a actuar de esa manera?”, “¿qué aprendizaje consideras que has obtenido de esa situación?”
Cuando interactúes con alguien intenta mantener el enfoque en la otra persona, más que en ti mismo, para entender lo que es importante para ellos. Así podrás forjar relaciones profundas y de calidad, mostrando un interés sincero y genuino en las personas que te rodean.
8. Combina la curiosidad general y específica.
Los psicólogos clasifican la curiosidad en amplitud y profundidad. La curiosidad general nos lleva a disfrutar aprendiendo sobre una amplia gama de temas nuevos, variados y desconocidos. Por otro lado, la curiosidad a un nivel específico nos permite indagar a un nivel más profundo en un conocimiento en particular.
Ambos tipos de curiosidad, aplicados de manera combinada, te pueden ayudar a explorar a fondo un asunto específico, al mismo tiempo que expandes tus horizontes.
La curiosidad específica te puede ayudar a intentar resolver un enigma en particular, o averiguar con precisión cómo funciona una pieza complicada de una maquinaria. Pero si enfocas tu atención de una manera demasiado estricta, puedes perder la oportunidad de pensar fuera de la caja, encontrar soluciones menos obvias, y conectar conceptos que aparentemente no están relacionados, para producir ideas más originales.
Además, cuando estés aprendiendo algo nuevo, es recomendable que determines el objetivo que estás persiguiendo y encuentres un propósito. Pregúntate: ¿En qué me va a ser útil esta información? Tal vez sea mejor dejar de lado información que no está relacionada a tus metas a largo plazo, para incorporar estrategias e ideas que sean prácticas y que te permitan avanzar hacia tus objetivos.
9. Desarrolla el pensamiento crítico y la creatividad.
Cuando te veas en la necesidad de encontrar una solución o elaborar una idea nueva utilizando tu creatividad, es importante tomarte el tiempo para explorar la situación y recabar la información necesaria. Escucha con atención y esfuérzate por entender lo que se dice, lo que lees y lo que observas. De este modo tendrás a la mano recursos, información aplicable y estrategias adecuadas para el ámbito en el que estás buscando una respuesta innovadora.
Pero contar con la información adecuada no es suficiente. Necesitas también utilizar el pensamiento crítico para que desarrolles una comprensión adecuada del contexto, el problema y sus posibles soluciones.
Cuando has pasado suficiente tiempo analizando la situación que tienes entre manos, puedes llegar a tener ideas sorprendentes de manera inesperada. Estas experiencias de creatividad a veces suceden mientras estás en la ducha, cuando te vas de vacaciones, o cuando estás caminando relajadamente. Cuando te tomas un respiro, tu subconsciente tiene la capacidad de resolver los problemas en los que has estado pensando, y sin causarte mayor estrés.
Busca crear un equilibrio entre la creatividad que vas a ir desarrollando, con un sentido de realismo y honestidad bien fundamentados, y conectados al momento presente. Esto te permitirá establecer un terreno firme sobre el que puedes construir a largo plazo. Esta habilidad para equilibrar el pensamiento crítico y la creatividad, no debe detenerte de imaginar y encontrar soluciones poco comunes a los problemas. Una persona que combina realismo y creatividad, suele referirse a sí mismo como un optimista realista.
El pensamiento crítico y la creatividad se desarrollan con la práctica. Por eso debes hacer el compromiso de ser un estudiante de toda la vida. Aprende de cada una de tus experiencias y utiliza esas experiencias para que logres pensar de una manera cada vez más estratégica.
¿Compártenos cuál otra estrategia te ha funcionado para incrementar tu creatividad y tu curiosidad?
Involúcrate en actividades que estimulen tu curiosidad. Lee un libro, asiste a eventos, viaja, ve de excursión o explora el campo al aire libre. Medita para que puedas observar lo que hay en tu mente. Escribe un diario para que despejes tus pensamientos irrelevantes y liberes un espacio que fomente la producción de ideas creativas para la resolución de problemas.
Recuerda también que un líder no necesita saberlo todo. De hecho, nuestro mundo está en constante cambio y lo que funcionó ayer, puede no funcionar mañana. Pero como líder auténtico, tienes que ser curioso, cultivar el arte de escuchar con atención y constantemente hacer las preguntas correctas. La curiosidad conduce a la humildad. La gente humilde sabe que no tiene todas las respuestas y que es necesario estar aprendiendo constantemente.
Te animo a que seas el científico en tu propia vida. Se como un niño inquisitivo, desarrolla una mente abierta y ejercita tu capacidad de asombro. Si cultivas tu curiosidad y desarrollas amor por el aprendizaje, cambiarás tu vida, mejorarás tu entorno y tendrás el poder para transformar el mundo.