El movimiento crea emocion. Cuando te sientes sin energia, aburrido o sin ánimo de realizar las tareas que sabes que tienes que hacer. Mueve tu cuerpo, camina un poco, estirate o ejecuta algunos pasos sencillos de baile y recuerda que cuanto más energia le des al movimiento, mas motivación obtendras para lograr tus metas.
Según la experta en motivación, la profesora Ayelet Fishbach, quien escribió el libro «Get it Done: Surprising Lessons from the Science of Motivation», tú puedes mantenerte motivado utilizando una serie de consejos respaldados por la ciencia.
Una de las claves es utilizar tu habilidad para reflexionar en lugar de seguir reacciones instintivas porque la reflexión te ayuda a generar un estado de motivación cuando tú lo deseas. Esto lo puedes notar cuando realizas actividad que te gustan o te divierten, porque estar motivado es muy sencillo, cuando estás frente a las cosas que te entusiasman.
Sin embargo, no siempre será fácil estar motivado sólo con actividades divertidas y cómodas. Habrá tareas que no te gusten o actividades por las que pierdas el interés con el paso del tiempo. Por eso, la profesora Ayelet sugiere que los objetivos estén basados en una motivación intrínseca, es decir, impulso y entusiasmo que provengan de tu interior, como la reflexión, o el aprecio y la confianza por ti mismo. Estos elementos predicen mejor el logro y el éxito que los objetivos extrínsecos, que buscan recompensas externas como el dinero, el reconocimiento de los demás o las posesiones materiales.
¡Pero no te preocupes! Aquí te vamos a brindar varios consejos para activar tu motivación y disfrutarla al máximo.
Haz una pausa para reflexionar sobre la utilidad de la actividad
¿Sabes que una manera sencilla pero poderosa de motivarte es encontrando un propósito para tus actividades? Hazte la pregunta del «por qué» quiero realizarlas. Esto te ayudará a replantear los beneficios que obtendrás al completarlas, en lugar de verlas con desagrado. A menudo, tendemos a rechazar o postergar las cosas que no nos resultan reconfortantes o divertidas por naturaleza. No obstante, puedes cambiar esa mentalidad si te concentras en descubrir el lado positivo de cada actividad, por lo que te será más fácil motivarte. Por ejemplo, si no quieres escribir un ensayo para tu curso de inglés, reformula tu enfoque y encuentra razones positivas para hacerlo. Enumera de manera casual los beneficios te va a traer realizar este ensayo para que descubras que pueden ir desde sacar buenas notas hasta llegar a conocer nuevos amigos que viven en países donde solamente se habla inglés.
Utiliza la visualización.
Tú puedes darle forma mental a los logros que deseas alcanzar en el futuro. Esto crea la chispa de la motivación en ti. En pocas palabras, la visualización te brinda una explosión de energía increíble para conquistar tus metas porque primero, necesitas pensar en tus objetivos antes de tomar acción para alcanzarlos. Además, es interesante cómo la motivación intrínseca impacta en las personas. Cuando vinculas tus metas con sentimientos de autonomía, control sobre tu entorno y propósito, la motivación intrínseca se vuelve un poderoso motor para el éxito. Por ejemplo, si te da flojera participar en el club de conversación en el que practicas tu inglés, piensa en cómo adquirirás experiencia, una mejor pronunciación, más vocabulario y hasta mejorarás tu currículum con sólo hacer presencia para practicar tu inglés.
Crea tus propios mantras motivacionales.
Otra poderosa herramienta que puedes usar para mantenerte motivado son: ¡los mantras de motivación! Repetir frases positivas a ti mismo puede tener un impacto increíble en tu estado de ánimo. Cuando te dices algo una y otra vez, tu mente comienza a creerlo.
Así que, te recomiendo que comiences tu día con un mantra. Al despertar por la mañana, dite a ti mismo frases como estas «He superado desafíos antes y puedo hacerlo de nuevo», «No temo cometer errores, ya que son parte del progreso», y «Valoro mi tiempo y disfruto llevar a cabo mis actividades». Estos son solo ejemplos, pero recuerda que tú puedes crear tus propios mantras para motivar el pensamiento positivo.
Aprende a delegar y priorizar
Cuando enfrentes una tarea que no te guste y sientas la tentación de evitarla, estudia las alternativas. Algunas tareas pueden delegarse o eliminarse por completo para que puedas dedicar tu tiempo a actividades que puedes cumplir con éxito y en las que apliques tus más fuertes habilidades. Por ejemplo, si no te gusta lavar la ropa pero a tu pareja no le importa, intercambien tareas no deseadas, tú lavas los platos y ella la ropa. Verás que esta es una forma más eficiente de cumplir con tus responsabilidades y, al mismo tiempo, mantenerte motivado.
Ejercita la fuerza de voluntad
Realizar tareas que no te gustan puede tener beneficios sorprendentes. Aunque parezca difícil, trata de enfocarte en los aspectos positivos y en la importancia de contribuir en lo que estás haciendo. Aunque a veces pienses que tu esfuerzo no es relevante, siempre es valioso, ya sea para ti mismo o para los demás. Agrega un sentimiento de agradecimiento por las labores que realizas para que te ayudes a tim mismo a mantener tu motivación en crecimiento. Por ejemplo, si no te gusta limpiar tu habitación o el baño, puedes reflexionar y decirte a ti mismo: «Estoy agradecido por tener una habitación o un baño que limpiar. Muchas personas no tienen esa suerte y sufren por no tener un espacio así». Y así de sencillo es como el sentimiento de agradecimiento puede motivarte a cumplir con tus tareas y actividades diarias.
Usa tu creatividad
A veces, algunas tareas pueden no parecer gratificantes, pero recuerda que tú tienes el poder de motivarte a ti mismo modificando el enfoque de tu pensamiento y creando un sistema de metas para mantenerte avanzando hacia tus objetivos. Si planificas y te comprometes a seguir tus pautas que estableces para ti mismo, demostrándote que eres capaz, fortalecerás tu constancia y compromiso.
Escucha musica motivadora
Para levantar tus ánimos y realizar tus tareas con energía, no hay nada mejor que escuchar música. Si sientes pereza para preparar el almuerzo o hacer ejercicio por la mañana, la música puede tener un gran efecto en tu estado de ánimo, motivándote a sentirte más involucrado en una tarea que podría resultar aburrida. Así que, escucha tu música favorita, aquella que hace latir tu corazón y que te gusta repetir, ya que puede servirte como una fuente de ánimo y enfoque para cambiar tu estado de ánimo a uno más optimista, lo cual te ayudará a completar tus actividades amena y eficazmente.
Comparte con un amigo
¿Sabías que compartir tus tareas con un amigo puede hacerlas más interesantes y entretenidas? Además, trabajar en equipo te brinda más posibilidades de tener éxito y satisfacción en tus logros. Por ejemplo, si tienes que arreglar tu porche o hacer cualquier actividad que puedas compartir, invita a un amigo a unirse contigo. Obtener el apoyo de otros impulsa el trabajo en equipo, fomenta el crecimiento emocional y fortalece el sentido de responsabilidad.
Has tus objetivos más tangibles
Una excelente técnica para hacer tus objetivos más reales y sólidos es compartirlos con un amigo o persona a quien le tengas confianza. Por ejemplo, si tu objetivo es dejar de consumir azúcar durante un mes, puedes decirle a un amigo o una persona en quien cofias que vas a comenzar a disminuir poco a poco la cantidad de bebidas endulzadas que consumes. Puedes contar a la persona que comenzaras de inmediato y pedirle de favor que cuando te vea te pregunte cómo vas avanzando con está meta. De este modo comprometerte a cumplir con tu objetivo, te hace responsable y te motiva a perseverar en tus propósitos. Además, tu amigo o la persona con la que compartiste tus planes te dará ánimos adicionales e incluso podría ofrecerte su ayuda para alcanzar tus metas. ¡Así que no dudes en invitar a un amigo y compartir tus metas para alcanzar el éxito juntos!
Optimiza el entorno
Empezar a trabajar puede ser todo un desafío, pero puedes hacer que el lugar sea cómodo e inspirador para ti. Puedes comenzar haciendo pequeños cambios, como ordenar tu espacio de trabajo o agregar música de fondo. Una taza de té, café u otra bebida puede hacer que tu entorno sea más agradable. También puedes usar velas, plantas o cualquier otro aditamento reconfortante, siempre y cuando no te distraiga de llevar a cabo tu actividad.
Divide tu tiempo en secciones
Para enfrentar una tarea extensa con éxito, necesitas dividirla en partes más pequeñas. Así podrás organizar mejor tus ideas y conocimientos, lo que te permitirá tomar acciones precisas y efectivas. Por ejemplo, si estás escribiendo un documento, puedes realizarlo en partes, planeando un encabezado para cada sección, desarrollando esas secciones y escribiendo un primer borrador. Después tomarte un descanso para luego terminar el documento final. Tomar decisiones reflexivas al dividir tareas grandes en pasos más pequeños es un proceso efectivo, eficiente y más fácil de lo que piensas. Y recuerda hacer actividades físicas (estiramiento, yoga o baile) durante tus descansos.
Administra el tiempo
El tiempo es valioso y no se recupera, pero lo que sí puedes hacer es aprender a aprovecharlo a tu favor con la técnica Pomodoro. Consiste en utilizar un temporizador para dividir el tiempo en intervalos fijos llamados «pomodoros», que tienen una duración de 25 minutos de actividad seguidos de 5 minutos de descanso. Con cada pomodoro que completes, las pausas se vuelven más largas. Esta técnica busca aumentar tu concentración y productividad, y te ayudará a enfrentar tareas desagradables sin huir. Además, puedes ajustarla a tus necesidades, algunos han optado por sesiones de trabajo de 20 o 50 minutos, obteniendo buenos resultados. Todo depende de tus propias habilidades y de tus preferencias personales utilizando la técnica Pomodoro.
¡Definitivamente! Vivir en un estado de motivación tiene innumerables beneficios. Te impulsa a realizar tus actividades y te hace sentir cada vez mejor. Esta poderosa y compleja energía puede fluctuar, pero no es tan irracional como creías.
Como has visto, según estudios respaldados por expertos en motivación como la profesora Ayelet, tomar acciones desde un estado de motivación.