La timidez es un estado emocional que puede ocasionar incomodidad, estrés, miedo y dificultad al interactuar con los demás. Incluso, esta emoción puede convertirse en un gran problema a lo largo de la vida de muchas personas, si no se toman medidas para superarla de manera eficiente. Por eso, hoy vamos a explorar las circunstancias que desencadenan la timidez, y también te vamos a dar algunos consejos que te pueden ayudar a vencer la timidez. Con el esfuerzo necesario y llevando a cabo algunas técnicas diseñadas para lidiar con situaciones sociales complicadas, tú puedes conquistar y superar la timidez, para que logres liberarte de sus pesadas cadenas.
¿Te es difícil hablar con personas nuevas?
¿Prefieres sentarte a solas en un rincón por miedo a interactuar con otros? ¿Contestas breve y rápidamente cuando te preguntan algo, o por miedo no hablas a pesar de que sabes las respuestas? ¿Cuando se te presenta una oportunidad o vas a participar en alguna actividad, prefieres esperarte a que otros inicien debido a que te da miedo ser el primero? Estas son sólo algunas características de las personas que son tímidas. Y aunque la intensidad de tu timidez puede variar, casi nadie disfruta el ser tímido. Claro que también hay personas que simplemente son introvertidas, pero que no sufren de timidez porque no permiten que el miedo a la sociedad los límite. Entonces vamos a ver una serie de consejos que puedes poner en práctica para dominar la timidez de una vez por todas.
1. Explora las causas.
La timidez no es sólo una cuestión de personalidad o de falta de aceptación de ti mismo. Por lo general, durante la interacción interpersonal surge un sentimiento negativo que puede ser un síntoma de una situación interior que aún sigues sin resolver.
De modo que puedes explorar las siguientes posibles perspectivas que tienen que enfrentar las personas que luchan por vencer la timidez. Así que al escucharlas podrás evaluar si alguna de ellas aplica a tu situación:
- Tienen una imagen infravalorada de sí mismos. Esto sucede cuando la voz de tu crítico interior tiene una visión demasiado negativa de ti mismo, convirtiéndose en un eco que te dice sólo cosas adversas. Y para protegerte te aislas de las personas.
- Te es difícil escuchar o aceptar los elogios que te hacen otras personas y tiendes a considerarlos engañosos lo cual debilita la confianza que tienes en ti mismo.
- Enfocarte demasiado en ti mismo causa mucha presión y si eres de los que monitorea cada acción, evitando cometer cualquier error, o te frustras por lo que las personas puedan pensar sobre ti. Lo que te provoca que evites interactuar o algunas veces siquiera ser visto por miedo a fallar o al qué dirán.
- En alguna ocasión tuviste una mala experiencia en la que tú mismo o otras personas te etiquetaron como una persona tímida y asumiste que es verdad. De modo que resulta más sencillo sólo jugar el rol y no atreverte a salir de la burbuja protectora que llamamos timidez.
2. Acepta el hecho para mejorarlo.
– Lo primero que te vamos a recomendar para superar tu timidez es aceptar que eres tímido sin sentirte avergonzado por ello. Entonces sin juzgarte a ti mismo, acepta la situación y piensa que cuando caminas por un rato bajo la lluvia, sin paraguas o impermeable te vas a mojar, pero al igual que puedes quitarte la ropa mojada, secarte y ponerte un nuevo cambio limpio y seco, también puedes dejar de ser tímido poco a poco y convertirte en una persona socialmente estable y relajada. De modo que si observas en como te lo presentamos es sencillo darte cuenta de que puedes cambiar la manera en que piensas para inspirarte nuevas conductas que te ayuden a sentirte confortable y relajado en cualquier entorno social.
3. Identifica el detonador.
– Identifica los factores que detonan los comportamientos que te convierten en una persona tímida y pon atención a las acciones o situaciones sociales que te provocan molestia. Estás preguntas te pueden ayudar a identifica con más precisión la situación social que te causan más incomodidad. ¿Cuando tienes que conocer nuevas personas? ¿Cuándo aprendes una nueva habilidad? ¿Cuándo te aventuras a enfrentar una nueva situación? ¿Cuándo estás rodeado de gente que conoces y no te sientes a su altura? ¿Cuándo no conoces a nadie en algún lugar? Además, reflexiona en los pensamientos que pasan por tu cabeza justo antes de que empieces a sentir timidez. Después de que experimentes esos sentimientos, puedes tomarte un tiempo para escribir una lista específica que te permitirá ver con detenimiento y certeza, cuales son las situaciones que te causan miedo o incomodidad social. Porque no se puede corregir aquello que no se ha identificado. ¿Estás de acuerdo? Además está lista puede ayudarte a darte cuenta de que no te causa incomodidad todo, sino sólo ciertas situaciones y así será más sencillo solucionar uno a uno el problema o problemas que te pueden estar deteniendo en el incómodo mundo de la timidez. La recomendación entonces es que enfrentes las situaciones que te causan estrés social una por una comenzando por la situación más fácil para que poco a poco vayas desarrollando confianza en ti mismo y así, continúes avanzando hacia las situaciones más difíciles de tu lista. Evita preocuparte, especialmente sí tú lista es larga o si tienes algún retroceso durante el proceso de mejora. Tú procura ir a tu propio ritmo haciendo el esfuerzo de cumplir con cada una de las propuestas de mejora que te hiciste.
4. Baila con tus miedos.
En cierto modo, los recuerdos, las experiencias, y así como la manera en que fuiste criado determinan en tu presente a la hora de enfrentar una situación. Partiendo de este postulado, la timidez de una persona pudo haber sido aprendida desde que era un infante y continuar hasta el presente, manifestándose en los momentos más incómodos como, por ejemplo; cuando la persona tiene que hablar en público o conocer y conversar con nuevas personas. En este sentido, todos los elementos que te representan como persona son desencadenados y por lo general ya de manera automática actuarás de una forma específica comportándote como una persona tímida.
En este momento es importante poner mucha atención en ti mismo, también es la causante de timidez porque pensar demasiado sobre hablar o no con nuevas personas, es sinónimo de vergüenza, ya estás asumiendo que posiblemente el resultado no va ser muy bueno. En cambio, dejar de centrarte tanto en lo que haces y busca ser más empático con los demás, sin preocuparte de manera excesiva por lo que pueda resultar. Entonces no lo pienses dos veces, mejor trata de comprender a los demás para que desarrolles la capacidad de empatizar con las personas a tu alrededor porque aunque te cueste trabajo creerlo, ellos al igual que tú, también tienen problemas y frustraciones a vencer.
Una técnica para impulsar y consolidar tu confianza es visualizar el éxito. Si, aparentemente suena algo sin importancia, pero muchos atletas visualizan cuales son los pasos que les llevarán a completar su meta exitosamente, para sentir más confianza en sus habilidades antes de ir a una competencia. Cierra los ojos e imagínate salir triunfante de la situación que estás a punto de enfrentar, verás que te sentirás más confiado y preparado cuando llegue el momento.
El lenguaje corporal también influye en disminuir el sentimiento de timidez. Empieza a hacer un esfuerzo para mantener una buena postura, manteniendo los hombros hacia atrás, con tu cabeza en alto. Abre los brazos para comunicar a los demás una impresión de que eres una persona accesible, que siente bastante confianza en sí mismo, lo que también te ayudará a reducir el estrés y el temor social.
La voz, es otra herramienta muy óptima para contrarrestar posibles momentos incómodos. Crear grabaciones en las que haces una conversación te puede ayudar mucho porque, podrás regresar la grabación y escuchar lo que has dicho, para caer en cuenta sobre patrones que antes no habías percibido como la manera que tienes de expresarte, si hablas con un tono demasiado bajo o cometes algunos otros errores. Esto te ayuda a tomar conciencia sobre las fallas que se sueles cometer con el propósito de crear habilidades vinculadas al buen uso de tu voz y practicar en privado para que cuando tengas que hablar en público lo hagas con un buen volumen y dicción en tu voz.
Renuncia a la costumbre de compararte con otras personas, cada persona tiene destrezas en algunas actividades y otras que les resulta complicado, pero la importancia radica en no perder un enfoque realista y la fe en ti mismo y en tú capacidad de tener una vida social sana. Entre más te compares con otras personas crecerá más la inseguridad y se despertarán sentimientos negativos y asumirás no estar a la altura de otras personas, es preferible que te esfuerces por ser mejor de acuerdo a tus propias fortalezas.
Reconoce tus cualidades para que descubras cómo ellas puedes ponerlas en práctica para tu propio beneficio y el de los demás te puede levantar los ánimos fortaleciéndote ante cualquier circunstancia. Esfuérzate en ser cada vez más eficiente en el cultivo y el desarrollo de tu autoestima para que puedas eliminar la timidez, contribuyendo tanto a tu crecimiento personal como el bienestar de otros.
5. Actitud, actitud y actitud.
Apuesta mostrar una buena actitud iniciando con un lenguaje corporal apropiado que transmita tú deseo de ser abierto, amigable y objetivo. Nadie quiere relacionarse con una persona cerrada, agresiva o prejuiciosa. De modo que para asegúrate de tener una buena disposición, no cruces tus brazos, ten la cabeza erguida y las manos libres. Agrega a tu rostro una sonrisa y esfuérzate por escuchar el doble de lo que hablas. Al ver en ti a una persona confiable y amigable muchos estarán encantados de conocerte. Evita mirar obsesivamente tu celular durante mucho tiempo porque este tipo de comportamiento hace que las personas pierdan el interés por conocerte.
6. Proponte a ti mismo un buen reto.
Incentívate a ti mismo a cumplir nuevas metas y a no conformarte con solo dejar de ser tímido. Si, ya vas a enfrentar un cambio radical de tu persona, no hay que descartar probar hacer grandes cosas que antes considerabas imposibles como, “Hablarle a una persona que te gusta” o “Hacer una presentación para multitud” porque todos estos son logros que al final de cuenta, ayudan a mejorar tu bienestar.
Interactúa en lugares donde sea cómodo para ti, si no eres persona de vida nocturna o no te gusta visitar los clubes, opta por ir a sitios o realizar actividades sean de tu agrado. Aunque, si hay que estar abierto a las estrategias nuevas para vencer la timidez, pero esto tampoco implica en que debes soportar un ambiente indeseable para ti o hacer las mismas actividades que los demás están haciendo. Pero al mismo tiempo, hay que ser consciente que debes salir de tu zona de confort para demostrar y vivir experiencias ricas y encaminadas hacia un carácter más espontáneo. Por lo tanto, dar un paso adelante en situaciones tan sencillas de tu día a día, como, por ejemplo; si estás en la estación de autobuses, puedes comenzar una conversación con alguna persona hasta que llegue el autobús o durante la fila para pagar en el supermercado son unas de tantas situaciones donde puedes practicar. Hablar con personas nuevas aumenta más tu experiencia social y si haces esto frecuentemente es mejor, y además se vuelve más fácil debido a que obtienes práctica.
Cuando existe un problema de timidez, la comunicación con los demás empeora y también, la calidad de vida de la persona. Esta vergüenza que sientes de comunicarte abierta y confiadamente con los demás, está lejos de beneficiarte, más bien se propaga a las diversas fases de tu existencia e implosiona cada vez que quieres arriesgarte hacer algo diferente.
Dicho esto, no permitas más que la timidez entorpezca tus metas y deteriore tu personalidad, tienes mucho para dar, sólo debes tener confianza en ti mismo y salir más de tu mundo interior para trabajar en tu evolución como persona. Consolida hoy una vida social sana y exitosa. Aplica los consejos que te hemos dado, para que te conviertas en el protagonista de tu vida. Conviértete en una persona con determinación que decide cómo y cuándo quieres realizar tus objetivos, libre del sometimiento de la timidez, y sintiendo cada vez más confianza en tus habilidades interpersonales.